NO DEBERÍA ALEJARME
Los patines con alas
en el polerón Playboy
que lleva mi padre
en una foto
sacada el año 1982
parecieran
resaltar en la imagen.
Mi padre
contemplando el horizonte
inalterable como ahora
que ve un partido de fútbol
en el canal 7
mientras lo observo
sentado en el sillón.
Y de pronto
voltea hacia mí
y ahora soy el observado.
Nos miramos
nos dejamos de mirar.
Y vuelvo a la foto
donde también aparezco
a su lado de la mano
sintiendo
que no debería alejarme.
Raúl Hernández
domingo, 29 de junio de 2008
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