En los segundos que siguieron a ese primer beso, y a pesar de las afirmaciones de la revista, Annabelle se sintió terriblemente triste. Algo nuevo y doloroso le invadía el pecho muy deprisa. Salió del Katmandú, negándose a que el chico la acompañara. Mientras abría el antirrobo del mobilette, temblaba un poco. Esa noche se había puesto su mejor vestido. La casa de su hermano solo estaba a un kilómetro, apenas habían dado las once cuando llegó, todavía había luz en el salón. Fue en esas circunstancias, una noche de julio de 1974, cuando Annabella accedió a la conciencia de dolorosa y definitiva de su 'existencia individual'. La existencia individual, revelada al animal en forma de dolor físico, solo llega a las sociedades humanas a la plena consciencia de sí misma gracias a la 'mentira', con la que se puede confundir en la práctica. Hasta los 16 años no había tenido secretos para sus padres; tampoco los había tenido para con Michel, y ahora se daba cuenta de lo raro y valioso que eso resultaba. Esa noche, en unas pocas horas, Annabelle se dio cuenta de que la vida de los hombres es una sucesión ininterrumpidas de mentiras. A la vez, se dio cuenta de su belleza.
Michael Houellebecq -
Las partículas elementales (fragmento)
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