La ciudad es un refugio

Tarde


Es tarde, en vano brilla vuestra mirada y su vientre empuja
entre las piernas - ya firmes - de la que, durante el tango,
ya sale del tiempo retrocediendo
con usted; en vano, el pelo con la raya marcada, intenta perorar en el balcón
a propósito de los restos de sol en la caleta.
Es tarde, la sonrisa feliz frente a las tinieblas
no esconde el abismo.

Pese a todo hubo bastante
tiempo para vivir, una tarde entera en que el viento en la terraza levantaba el mantel
para llevarla hacia el olvido,
donde un fulgor mate taladraba los muelles grises
y la abría al blanco de ninguna parte,
donde esperaban las semillas, contadas, en la sombra de la tienda
y afuera pasaba en bicicleta una diosa anónima.
Todo el tiempo para vivir en el escalofrío distraído
de un mundo sin peso, mientras dormía.



Petr Král