Pequeña venganza
Si,
me he quedado esperándote con la mesa puesta
y me he bebido yo solo
el vino destinado para dos.
También me he comido la cena que había preparado,
pensando en como te habrías vestido
y en como después te habría desvestido.
He lavado la loza con el gesto duro de la soledad
y he decidido que en la próxima cita
uno de los platos estará envenenado,
que la música estará envenenada
que mi boca estará envenenada
con un veneno lento y sutil
y seré tan encantador
que comeremos, bailaremos y me besarás
y estarás tan complacida
que no tendrás reparos en lavar la loza.
entonces te veré morir
como menos querrías que te vieran:
con delantal, arremangada, el pelo tomado,
las manos arrugadas por el agua y el detergente
y como nunca sabrás que te mató,
tu fantasma enamorado
rondará para siempre en mi casa
con actitud doméstica
y yo cenaré con otra.
Iván Maureira
jueves, 8 de mayo de 2008
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1 comentario:
Saludos, poeta que dijo que el mundo es como una naranja.
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